Por Germán Lora – Socio del Área Laboral.
Desde mucho antes de que me integrara a Damma, ya existía en mí una ilusión: construir una organización distinta, donde el trabajo no fuera una carga, sino una fuente de alegría. Soñaba con liderar un equipo de personas unidas no solo por su talento, sino también por la amistad, por el deseo sincero de hacer las cosas bien y por el compromiso de brindar un servicio de calidad a cada cliente que confiara en nosotros.
Damma apareció para la búsqueda de ese sueño, y hoy es una realidad que me enorgullece y es por ello que quiero celebrar sus primeros 6 años. Porque aquí, más que compañeros, administrativos y profesionales somos un equipo que se respeta, se apoya y se alegra de compartir el día a día.
Nada de eso sería posible sin la relación de confianza y profundo respeto que tengo con mis socios. Con ellos, no solo compartimos responsabilidades, sino también una visión y unos valores que son la base de todo lo que hacemos, a pesar de nuestras diferencias.
En Damma, no creemos en una cultura impuesta ni escrita en manuales olvidados y normalmente impuestos. Aquí la cultura se vive: está en cada conversación sincera, en cada gesto de colaboración interna, en cada cliente que siente que lo escuchamos y lo entendemos.
Queremos construir una práctica profesional diferente, donde los valores no sean un eslogan, sino una práctica diaria. Donde la ética, el compromiso y la cercanía no se negocien.
Cada miembro de Damma aporta a ese propósito. Nos une la convicción de que es posible hacer las cosas de otra manera. Y en ese camino, seguimos creciendo, aprendiendo y reafirmando que cuando hay propósito, las metas se logran con más pasión y sentido.
Damma no es solo una oficina. Es la realización de un sueño y el comienzo de muchos más. ¡Felices 6 años!